¿Quién mejor que nuestro deportista más grande para abrir esta nueva sección? Un meigo de verdad, no sólo porque es un ganador nato, sino por haber conseguido algo más difícil: caerle bien al país entero.
Y esta claro porqué, es un campeón de carne y hueso, un chico que disfruta y hace disfrutar con lo que hace: ser el número 1 del tenis. La naturalidad que desprende es bestial, en cualquier momento, véase el otro día de pié, nervioso, sin parar de animar a sus compañeros, firmando todos los autógrafos que le piden, ni un gesto de vanidad…o en los Juegos, abrazado con varios atletas en el desfile como uno más, llamando a su madre para contárselo…es que es muy grande.
Todos coincidimos en que mucha culpa la tiene el ambiente que le ha creado su familia, que lo ha cuidado, entrenado y sabido mantenerle con los piés en el suelo, pero también es verdad que muchos otros han crecido igual, o incluso desde más abajo o más protegidos, pero no han sabido asumirlo, por eso creo que también influye y mucho el propio carácter de la persona, sino véanse los ejemplos de Indurain, Gasol o también Contador, gente que lo ha ganado todo y da gusto ver su sencillez. Tampoco es casualidad que sea difícil encontrar esos casos en los futbolistas, tal vez esta última selección española sea el único caso.
Como tenía que tener algún defectillo, tal vez la verborrea no sea la mejor virtud de Nadal (por no hablar de su inglés macarrónico jeje), así que en vez de conxuro despido este post con un grito de guerra que hemos jaleado ya todos los españoles: ¡Vamos Rafa!
Y esta claro porqué, es un campeón de carne y hueso, un chico que disfruta y hace disfrutar con lo que hace: ser el número 1 del tenis. La naturalidad que desprende es bestial, en cualquier momento, véase el otro día de pié, nervioso, sin parar de animar a sus compañeros, firmando todos los autógrafos que le piden, ni un gesto de vanidad…o en los Juegos, abrazado con varios atletas en el desfile como uno más, llamando a su madre para contárselo…es que es muy grande.
Todos coincidimos en que mucha culpa la tiene el ambiente que le ha creado su familia, que lo ha cuidado, entrenado y sabido mantenerle con los piés en el suelo, pero también es verdad que muchos otros han crecido igual, o incluso desde más abajo o más protegidos, pero no han sabido asumirlo, por eso creo que también influye y mucho el propio carácter de la persona, sino véanse los ejemplos de Indurain, Gasol o también Contador, gente que lo ha ganado todo y da gusto ver su sencillez. Tampoco es casualidad que sea difícil encontrar esos casos en los futbolistas, tal vez esta última selección española sea el único caso.
Como tenía que tener algún defectillo, tal vez la verborrea no sea la mejor virtud de Nadal (por no hablar de su inglés macarrónico jeje), así que en vez de conxuro despido este post con un grito de guerra que hemos jaleado ya todos los españoles: ¡Vamos Rafa!
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